miércoles, 23 de enero de 2013

Forever Corcky

Y los que no nacimos para los deportes? ni para las matemáticas ni las letras? Tampoco para los ejercicios de lógica ni el ajedrez. 

Somos corckys. Dedicamos nuestra vida a ser meramente corckys. Torpes para cualquier ejercicio físico bueno, no para todos (guiño guiño), incapaces de resolver un acertijo de esos de las revistitas de crucigramas. Y a años luz de hacer la cuenta del vuelto mentalmente ergo, fácilmente "cagables". Con la marca de corcky en la frente.

De grande superé mi miedo al agua y aprendí a nadar. Lejos de competir, cerca de salir a agarrar el inhalador y darme un par de "toques". Otra señal de mi corckiedad.

Por si fuera poco ahora se me ocurrió aprender a tocar algún instrumento (evitemos el chiste fácil plis). Quiero tocar el piano y tenerlo cómo hobby, y algún día poder dedicarles un lindo concierto. Pero a quién quiero engañar?! Si tengo una zanahoria en la oreja y manitos de elefante. Corcky yo.

Una vez quise hacer mariquitas de porcelana fría pero parecían cucarachas. Y quede toda estresada de que los bichos de mierda salieran deformes. También quise incursionar en el tejido y el crochet. Pal culo todo. 

En una competencia de destrezas tipo The Hunger Games saldría perdiendo. Me cagarían a tiros de one, por corcky. 
Mis dotes son más bien de índole exótico. Por ejemplo, puedo levantar mi ceja derecha, solita. ZARPADO no? Puedo tomar pila pila de alcohol, cómo un nene. Ah! y también me bronceo fácilmente, al toque. La envidia de las blanquitas. 

Tá. Tan corcky no soy entonces. Ah pará, nunca aprendí a hablar en jeringoso. 


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