jueves, 8 de marzo de 2018

Hablemos de cosas de mujeres.


Hablemos de cómo trasnochar y levantarse temprano. 
Hablemos de lograr llegar a fin de mes. Y de trabajar en algo que me guste.

Hablemos de lo lindo de agarrarse un buen pedo sin sentirse mal. 
Hablemos, hablemos, hablemos. 

Hablemos de cuál es la mejor birra o el mejor vino. 
Hablemos de lo placentero que es cagar.
Hablemos de cómo ser la mejor en lo que hago.
De cómo dejar el pucho, las drogas y las malas costumbres. Hablemos de lo bien que me hacen sentir. 
De hacer rendir el dia, de ser más eficientes y hasta de hacer deportes (bueno, tampoco la pavada).

Hablemos del vicio de rascarse el higo un domingo y hasta de "enfermarse" para no ir el lunes. 
Hablemos de cómo se goza un buen recital, una charla con amigos, un asado en familia. 

Hablemos de sexo, de cojer, de garchar. Qué divino que no te jodan después, qué divino no recibir reclamos. 

Hablemos de lo que realmente importa pero no de moda, de belleza, de dietas y de niños. 
No hablemos de recetas de cocina, ni de productos de limpieza, ni mucho menos de ser más lindas. 

No hablemos de mi culo, de mis tetas y de mi cajeta. 

No somos princesas, no somos madres, no somos muñecas. 
Somos mujeres, imperfectas a veces, banales otras tantas. Y no queremos flores, ni halagos ni mucho menos "piropos" callejeros. 
Necesitamos IGUALDAD de género, RESPETO y que no se digan  más boludeces. 







viernes, 11 de agosto de 2017

Amor de mi vida.


El amor, inspiración de muchos pero privilegio de unos pocos. Don y regalo. Delicado pero aún así, mueve montañas. 
Se atesora, porque es único. Se cuida, porque vale más que el propio oro. Se protege con uñas y dientes y su nombre no se pronuncia en vano. 

Amor en las poesías, en el cine, en las canciones y en la vida. Amor en los pequeños detalles y también en las grandes acciones. Amor sobre todas las cosas.

El amor, es pureza y nobleza. Es el sueño de muchos, pero el privilegio de unos pocos. 

El amor sana, eleva y purifica. Elixir salvador. Amor de mi vida. 


El amor, inspiración de muchos pero privilegio de unos pocos.

jueves, 13 de julio de 2017

Perdida.


Sin un referente que me represente  ni una religión que me haga sentir diferente. 

Perdida. Sin rumbo, cual nómade. 

No soy fan de nadie ni me embandero con nada. 

No tengo a quien defender, ni una batalla que librar aunque sí mucho por perder. 

Voy mirando para abajo, pateando piedras y problemas. Suspirando y avanzando. O no. 
Caminando sí, pero hacia dónde y con quién? A veces lo tengo claro, otras ni sé. 

Perdida. Sin rumbo, cual nómade. Así, como de otro mundo. 

No pertenezco a ninguna raza, no tengo casa y mis pertenencias son algo escasas. 

Perdida. Sin rumbo, cual nómade. Voy y vengo, vengo y voy. Perdida y sin rumbo, nómade de sueños y palabras. Creyente de falsas promesas y seguidora de caminos inconclusos. Y bueno, ahora  entiendo por qué tanto me pierdo. 







miércoles, 9 de noviembre de 2016

Sentido.

Dándole sentido a todo lo aprendido y a todo lo vivido. 
Ahora es que entiendo y comprendo porqué el camino me trajo hasta aquí, así de fuerte pero con los brazos abiertos. 

Te dejo ser y me dejas ser, no estamos más en la mira, sólo somos nuestra mejor compañía. Yo la tuya y vos la mía. 

Ahora cobra sentido eso de ser libres aunque el lazo sea cada vez más fuerte, porque al liberarnos nos encontramos. 

Y ahora todo tiene sentido, la calma que reconforta el alma, la alegría que todo lo invade y el saber estar con el otro. Esa hermosa necesidad.

Dándole sentido al camino, al que nos hizo tan fuertes y nos dio la libertad  para tenernos mutuamente.

lunes, 29 de agosto de 2016

Abre fácil.

Abrirse.

No dejar solo una hendija abierta sino abrirse. Al completo, al desnudo y a un 100 por ciento. 
Ir un poco más allá, dejarse guiar, pasito a pasito, como la canción.

Abrirse sin miedo, dejarse caer de espaldas y sentirse vulnerable. Porque hay alguien del otro lado, alguien que te sostiene, alguien que te cuida.

Abrir mente y alma, y cada una de las fibras. Dejarse ser y estar, con ese alguien. Aquí y ahora, y también mañana y todos los días que le siguen.

Recibo y doy, emisor y receptor, yin y yang, vos y yo.

No hay de trabas, no hay de miedos, me abro sin excusas y respiro hondo. Acompasamos respiraciones, sincronizamos corazones y elevamos sentimientos.

Y así vamos abriendo, nuestra vida para ese alguien y el corazón para querer.

martes, 15 de marzo de 2016

Culpable.

Siempre me pregunté porqué es tan difícil encontrar con quien acoplar. Que no es lo mismo que copular, eso sí que es fácil de conseguir con quien. 

Acoplar, encajar, coincidir, conectar. Ser y estar, acá y allá, ahora y siempre.  

Se habla del destino, de dios, de la energía, de los planetas, del karma, del aprendizaje y de la (mala) suerte. Ese tal de “por algo será”. Patrañas. 

Que alguien me cante la posta, sin vueltas, qué hay detrás de la búsqueda del amor?  Por qué este nivel de dificultad? Es que acaso soy ya una jugadora avanzada? 

“Ya vendrá” es la respuesta en el contestador automático de todos. No me convencen. 

Dicen también que el amor todo lo cura, que siempre hay un roto para un descosido.  Mucho dicen pero poco hacen. Discapacitados emocionales. 

Se habla de estadísticas, de casualidades y de causalidades. Y a mí los números no me cierran. Nunca.

Se agotan los recursos? Las herramientas escasean? El tiempo quizás se acabe, o al menos mi paciencia. 

Persigo algo casi extinto, amor que le dicen. Y me siento burlada, señalada y juzgada por semejante acto, por buscar lo que (casi) no existe ya. Pero sí, me declaro culpable. 

Y siempre me pregunté porqué es tan difícil encontrar con quien acoplar. Encajar, coincidir, conectar. Ser y estar, acá y allá, ahora y siempre.  

Y mientras tanto las ganas se disuelven, las palabras duelen y la ignorancia mata.